domingo, 5 de octubre de 2014

PROYECTO PASTORAL 2014-15

ESCUCHA MI VOZ
El Maestro está aquí y te llama

· Descubrir en Jesús la Voz cercana de Dios que quiso entregarse por amor y dejarnos encontrar por Él.
· Descubrir nuestro lugar al lado del Maestro, aprendiendo de Él como discípulos para poder transmitirlo.
· Sentirnos  llamados y enviados a evangelizar cada uno en su ambiente.


EL MAESTRO ESTÁ AQUÍ Y TE LLAMA ¿HAS DISTINGUIDO SU VOZ?
SI ESCUCHAS LA VOZ DE DIOS, NO ENDUREZCAS EL CORAZÓN.


Es la voz que resonó hace muchos años en el corazón de Francisco y Soledad y en las Misioneras… Es la voz que también puede resonar en tu corazón…el Maestro está aquí y te llama. ¿A qué?

Él está ahí y me llama...

Nos llama (Padres, profesores y alumnos) a vivir nuestra vida de cristiana con intensidad y hacer lo que tengo que hacer por insignificante que sea con todo empeño y mucho amor. Porque el Maestro está aquí y me llama a ser personas comprometidas  en el reino, que irradie la luz de la fe y el fuego del amor, como lo hicieron Francisco y Soledad.

¿Qué sientes cuando alguien se acerca a ti para escuchar lo que tienes que decir? Y no solo acercarse sino que se inclina también hacia ti, poniendo toda la atención para escuchar tu voz. Cuando sucede esto te sientes lleno de confianza, puedes expresar todo lo que tienes dentro y ser completamente sincero. Esa persona está atenta a tu problema.

De la misma manera Dios se acerca, quiere escucharte y te pide le escuches, pues Él es el Amigo, el Padre-Madre que nunca falla. Búscalo y lo encontrarás y una vez que lo encuentres no dejes de buscarlo de nuevo porque si mil veces llegas a Él, mil veces Él se inclinará para escucharte.   

Nuestro Dios no es un Dios mudo, bien sabemos muchos que cuando habla lo hace con claridad y firmeza,  lo hace, a través de su Palabra, de los acontecimientos, de las personas que nos rodean, desde los deseos que nos mueven… mientras tanto lo nuestro es escuchar… no vaya a ser que Dios nos esté hablando ya y nosotros estemos perdidos en medio de tantos ruidos que solemos tener dentro y fuera de nosotros.

De hecho sabemos que para oír la voz de Dios, necesitamos estar alerta porque hay otras voces susurrando en nuestros oídos.


Él habla, nosotros oímos. Nosotros hablamos, él escucha. Así es como hoy Dios quiere relacionarse con nosotros. El deseo de Dios es caminar y comunicarse con cada alumno, con cada profesor, con cada familia, con las personas que colaboran con nosotros. Él quiere hablar con nosotros. Quiere que le escuchemos y hablemos también. para ello se requiere además de un corazón humilde.



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